Es posible que los fertilizantes no hagan que sus plantas crezcan, pero les proporcionan nutrientes adicionales, lo que les da a las plantas un impulso adicional cuando es necesario. Sin embargo, decidir cuál usar a veces puede ser abrumador. La elección del mejor fertilizante para las plantas de jardín depende de lo que esté cultivando y de su preferencia con respecto a los métodos convencionales. Aprendamos más sobre el uso de fertilizantes químicos en el jardín.
¿Qué son los fertilizantes químicos?
Los fertilizantes químicos o convencionales son productos sintéticos (artificiales) que aparecen en muchas formas, como granulados o líquidos. Aunque los fertilizantes convencionales todavía se utilizan ampliamente, tienen sus desventajas. Por ejemplo, los fertilizantes convencionales pueden ser dañinos para el medio ambiente y, si se usan en exceso, pueden quemar las plantas. No obstante, millones de jardineros prefieren usar fertilizantes convencionales sobre otros métodos, ya que son menos costosos y de acción rápida.
Tipos de fertilizantes convencionales
Los fertilizantes granulados funcionan mejor en céspedes u otras áreas grandes de jardines y plantaciones de jardines, ya que generalmente se liberan lentamente. Las plantas absorben nutrientes durante los períodos de lluvia y los intervalos de riego.
Los fertilizantes líquidos son de acción rápida. Son excelentes opciones para plantaciones en macetas o áreas de jardín más pequeñas. Estos fertilizantes son los más fáciles de aplicar y los más populares, ya que puede aplicarlos mientras riega.
Cómo elegir el mejor fertilizante para el jardín
Las plantas requieren tres nutrientes principales para un crecimiento saludable y vigoroso: nitrógeno, fósforo y potasio. Todos los fertilizantes, orgánicos o convencionales, deben contener algún nivel de cada uno de estos nutrientes de alguna forma. El porcentaje generalmente aparece en el paquete en una proporción NPK numérica, como 10-10-10 o 10-25-15. Las plantas también requieren muchos micronutrientes. Desafortunadamente, no todos los fertilizantes convencionales los incluyen.
La fertilización excesiva es el problema más común asociado con el uso de fertilizantes convencionales. Esto no solo da como resultado un crecimiento atrofiado y follaje quemado, sino que también puede hacer que las plantas sean más vulnerables a plagas y enfermedades.
Los problemas ambientales con los fertilizantes convencionales surgen cuando un exceso de nutrientes llega y contamina los recursos hídricos. Incluso pueden amenazar la vida silvestre cuando beben de estos recursos o se alimentan de las plantas del jardín. Por lo tanto, siempre se debe tener cuidado al utilizar fertilizantes convencionales.
Los fertilizantes convencionales no ayudan al suelo como lo hacen los tipos orgánicos, como el estiércol o el compost. Si bien las formas orgánicas pueden ser más lentas, son alternativas más saludables. Sin embargo, si elige usar fertilizantes convencionales, siga las instrucciones cuidadosamente y tenga cuidado para evitar fertilizar en exceso.