El bok choy es una gran verdura para agregar a su arsenal de verduras. Popular en la cocina asiática, también se puede agregar a la mayoría de recetas. Pero, ¿qué haces cuando tu bok choy comienza a fallar? Siga leyendo para obtener más información sobre los problemas de bok choy y cómo combatir las enfermedades y plagas comunes de bok choy.
Problemas comunes de Bok Choy
El bok choy es muy atractivo para los insectos y algunos de ellos pueden causar graves daños. Estas son las plagas de bok choy más frecuentes:
- Gusanos de la col
- Escarabajos pulgas
- Insectos de plantas deslustrados
- Gusanos cortadores
- Mineros de hojas
- Áfidos
- Gusanos de semillas de maíz
- Babosas
- Moscas blancas
- Gorgojos vegetales
Muchas de estas plagas se pueden combatir con cubiertas de hileras y rotación de cultivos. Otro método útil es cultivar bok choy como cultivo de otoño, cuando las plagas han pasado su ciclo de vida natural de la temporada de crecimiento. Esto es especialmente eficaz para combatir los gorgojos de las verduras. Si los métodos naturales fallan, use insecticidas.
Enfermedades comunes de Bok Choy
Los problemas de bok choy que se derivan de enfermedades son mucho menos comunes. Como regla general, el bok choy es relativamente resistente a las enfermedades. Sin embargo, existen algunas posibles enfermedades por bok choy. Estos son:
- Clubroot
- Moho suave
- Mancha foliar por Alternaria
- Mancha foliar de pseudocercosporella
- Virus del mosaico del nabo
- Podredumbre blanda
La mayoría de estas enfermedades se propagan a través de la humedad y el mejor método de prevención es mantener las hojas secas y bien ventiladas. No plantes tu bok choy demasiado cerca y trata de que no caiga agua sobre las hojas.
Problemas adicionales de Bok Choy
Algunos problemas no se deben a enfermedades o plagas, sino a errores ambientales o humanos. A continuación, se muestran algunos culpables fisiológicos comunes:
- Quema de herbicidas
- Sequía
- Sobre riego
- Deficiencia de nutrientes
- Sobre fertilización
Estos a menudo resultan en un crecimiento marchito, atrofiado o amarillento. Afortunadamente, suelen ser los que se corrigen con mayor facilidad. Simplemente ajuste la cantidad de agua o fertilizante y espere a ver si su planta comienza a recuperarse.