Las plantas de hosta son fácilmente una de las plantas perennes más populares para el paisaje doméstico. Prosperando tanto en condiciones de sombra total como parcial, las hostas pueden agregar color y textura a los bordes de las flores. Estas plantas fáciles de cultivar son un complemento ideal para camas nuevas y establecidas.
Con un cuidado mínimo, los propietarios pueden mantener sus hostas luciendo exuberantes y hermosas. Sin embargo, hay algunos aspectos de mantenimiento que serán necesarios. Establecer una rutina de riego constante será clave para que las hostas se vean lo mejor posible durante todo el verano. Siga leyendo para obtener más información sobre las necesidades de agua de hosta.
¿Cuánta agua necesitan las hostas?
Cuando se trata de cultivar hosta, los requisitos de riego variarán según las condiciones del jardín y la época del año. El proceso de riego de una planta hosta cambiará de invierno a verano. En el cultivo de hosta, las necesidades de agua alcanzan su punto máximo durante las partes más calurosas de la temporada de verano y disminuyen a medida que el clima comienza a enfriarse y las plantas se vuelven inactivas en el otoño.
El riego de Hosta es esencial, ya que asegurará que las plantas crezcan grandes y se mantengan saludables. Estas plantas requieren un suelo que drene bien pero que mantenga niveles de humedad constantes en todo momento. Esto se puede lograr mediante el riego semanal con mangueras de remojo o sistemas de riego por goteo.
Al igual que muchas plantas perennes, será imperativo regar profundamente una hosta; en promedio, requieren aproximadamente una pulgada (2.5 cm) de agua cada semana. Al establecer un programa de riego semanal, las plantas pueden desarrollar un sistema de raíces más robusto que puede acceder mejor al agua en las profundidades del suelo.
Durante los veranos que son especialmente cálidos y secos, las plantas hosta pueden comenzar a ponerse marrones y morir. Aunque el proceso de inactividad en condiciones extremas de sequía es normal, no es ideal. Los casos severos de sequía pueden provocar la pudrición seca y la pérdida final de las plantas hosta. El riego es clave para evitar estos problemas potenciales.
Los jardineros deben continuar regando las plantas de hosta hasta que llegue la fecha de la primera helada. Las temperaturas más frías indicarán a las plantas hosta que es hora de pasar al letargo invernal. Por lo general, no se sugiere regar durante el invierno, con la excepción de aquellos que viven en las partes más secas del país sin lluvias ni nevadas.