El color de las flores en las plantas es uno de los mayores determinantes de cómo elegimos qué cultivar. Algunos jardineros aman el morado oscuro de un iris, mientras que otros prefieren el alegre amarillo y naranja de las caléndulas. La variedad de colores en el jardín se puede explicar con ciencia básica y es bastante fascinante.
¿Cómo obtienen sus colores las flores y por qué?
Los colores que ves en las flores provienen del ADN de una planta. Los genes del ADN de una planta dirigen a las células a producir pigmentos de varios colores. Cuando una flor es roja, por ejemplo, significa que las células de los pétalos han producido un pigmento que absorbe todos los colores de la luz menos el rojo. Cuando miras esa flor, refleja la luz roja, por lo que parece ser roja.
La razón de tener la genética del color de las flores para empezar es una cuestión de supervivencia evolutiva. Las flores son las partes reproductoras de las plantas. Atraen a los polinizadores para que recojan el polen y lo transfieran a otras plantas y flores. Esto permite que la planta se reproduzca. Muchas flores incluso expresan pigmentos que solo se pueden ver en la parte ultravioleta del espectro de luz porque las abejas pueden ver estos colores.
Algunas flores cambian de color o se desvanecen con el tiempo, como de rosa a azul. Esto informa a los polinizadores que las flores ya no están en su mejor momento y que ya no es necesaria la polinización.
Existe evidencia de que, además de atraer a los polinizadores, las flores se desarrollaron para ser atractivas para los humanos. Si una flor es colorida y bonita, los humanos cultivaremos esa planta. Esto asegura que siga creciendo y reproduciéndose.
¿De dónde proviene el pigmento floral?
Muchas de las sustancias químicas presentes en los pétalos de las flores que les dan sus diferentes colores se llaman antocianinas. Estos son compuestos solubles en agua que pertenecen a una clase más grande de químicos conocidos como flavonoides. Las antocianinas son responsables de crear los colores azul, rojo, rosa y morado en las flores.
Otros pigmentos que producen colores de flores incluyen caroteno (para rojo y amarillo), clorofila (para el verde en pétalos y hojas) y xantofila (un pigmento que produce colores amarillos).
Los pigmentos que producen color en las plantas provienen en última instancia de genes y ADN. Los genes de una planta dictan qué pigmentos se producen en qué células y en qué cantidades. La genética del color de las flores puede ser manipulada, y lo ha sido, por personas. Cuando las plantas se cultivan de forma selectiva para determinados colores, se utiliza la genética vegetal que dirige la producción de pigmentos.
Es fascinante pensar en cómo y por qué las flores producen tantos colores únicos. Como jardineros, a menudo elegimos las plantas por el color de la flor, pero esto hace que las elecciones sean más significativas al comprender por qué se ven de esa manera.