Las adelfas (Nerium oleander) son arbustos grandes en forma de montículo con hermosas flores. Son plantas de fácil cuidado en climas cálidos, tolerantes tanto al calor como a la sequía. Sin embargo, las adelfas pueden resultar severamente dañadas o incluso muertas por el frío del invierno. Incluso los arbustos de adelfa resistentes al invierno pueden morir si las temperaturas bajan precipitadamente. Puede prevenir daños a sus plantas si aprende a invernar una adelfa. Siga leyendo para obtener consejos sobre el cuidado de la adelfa en invierno.
Cuidado de las adelfas en invierno
Las adelfas son arbustos grandes. La mayoría crecen hasta 12 pies de alto y 12 pies de ancho, y algunos disparan hasta más de 20 pies. Pero esto no significa que puedan sobrevivir a los fríos inviernos sin ayuda. Es posible preparar plantas de adelfa para el invierno, dondequiera que viva.
Las adelfas son resistentes en las zonas de rusticidad de las plantas del Departamento de Agricultura de EE. UU. 9 a 10. Esto significa que pueden resistir el clima frío del invierno en esas zonas.
Algunos arbustos de adelfas resistentes al invierno, como el cultivar 'Calypso', pueden prosperar en la zona 8 del USDA. Sin embargo, en la zona 8, el cuidado de las adelfas en invierno es más difícil. Tendrás que tomar medidas adicionales para ayudar a que tu arbusto sobreviva.
El cuidado de invierno de la adelfa en la zona 8 comienza en otoño. Cuando comience a preparar las plantas de adelfa para el invierno en esta zona, debe cortar el arbusto en otoño a la mitad. Haga esto mientras la temperatura aún no sea demasiado fría.
Luego, coloque unas 4 pulgadas de mantillo orgánico sobre el área de la raíz de las plantas y cubra el follaje restante con una sábana cuando las temperaturas bajen por debajo de cero. Regar una vez a la semana en invierno ayuda a evitar que la planta se congele.
Cómo pasar el invierno en una adelfa
Si vive en zonas aún más frías, preparar plantas de adelfa para el invierno significa llevarlas adentro en los meses más fríos. Empiece por cortar el arbusto con severidad, unos dos tercios, antes de que llegue el clima frío.
Luego excave con cuidado alrededor de las raíces del arbusto. Cuando pueda liberar las raíces, colóquelas en un recipiente con buena tierra y drenaje. Mueva la maceta a un área protegida que todavía reciba sol, como un garaje con ventana o porche. Dar el mismo tratamiento a las plantas que ya crecen en macetas.