La enfermedad del agujero de tiro, que también se conoce como tizón de Coryneum, es un problema grave en muchos árboles frutales. Se observa con mayor frecuencia en melocotoneros, nectarinos, albaricoqueros y ciruelos, pero también puede afectar a los almendros y ciruelos. Algunos árboles ornamentales en flor también pueden verse afectados. Dado que se puede hacer poco para controlar el hongo de los agujeros de perdigones una vez que los árboles han sido infectados, la prevención es esencial para tratar la enfermedad de los agujeros de perdigones.
Signos de hongo perforado
La enfermedad del agujero de tiro prospera en condiciones húmedas, especialmente durante períodos prolongados de lluvia. La enfermedad es más notoria en primavera, ya que los nuevos brotes son más susceptibles. El hongo del agujero de tiro comúnmente pasa el invierno dentro de las yemas infectadas, así como las lesiones de las ramitas, donde las esporas pueden prosperar durante varios meses. Por lo tanto, es importante inspeccionar a fondo los árboles después de la caída de las hojas para detectar cualquier síntoma.
La mayoría de los signos de la enfermedad del agujero de tiro ocurren en primavera, causando manchas (o lesiones) en los brotes nuevos y en las hojas y brotes jóvenes. Los cogollos tendrán un aspecto barnizado y las manchas primero se verán de color rojizo o marrón violáceo y de aproximadamente ¼ de pulgada de diámetro. Con el tiempo, estas manchas se agrandan, se vuelven marrones y se caen, dando la apariencia de agujeros de bala en el follaje. A medida que avanza, las hojas caerán. El estrés también afecta la capacidad del árbol para producir, y cualquier fruta que pueda desarrollarse generalmente también se verá afectada con manchas en la superficie superior que incluso pueden volverse ásperas.
Tratamiento de la enfermedad del agujero de tiro
Las infecciones pueden ocurrir en cualquier momento entre el otoño y la primavera, pero generalmente son más graves después de los inviernos húmedos. Las lluvias primaverales prolongadas también pueden fomentar esta enfermedad, ya que las esporas se propagan por las salpicaduras. El riego por encima de la cabeza también puede contribuir a la enfermedad.
Un buen saneamiento es clave para tratar la enfermedad de los agujeros de bala de forma natural. Esta es la forma más segura de evitar que la enfermedad regrese. Todos los brotes, flores, frutos y ramitas infectados deben eliminarse y destruirse de inmediato. También se deben quitar las hojas contaminadas alrededor y debajo del árbol.
Es aconsejable aplicar un aerosol inactivo (Burdeos o fungicida de cobre fijo) a fines del otoño, siguiendo cuidadosamente las instrucciones de la etiqueta. Estos aerosoles no deben aplicarse en primavera una vez que aparece un nuevo crecimiento, pero pueden ser necesarias aplicaciones adicionales durante el clima húmedo.