¿Qué es la jardinería patrimonial? A veces conocido como jardinería étnica, un diseño de jardín patrimonial rinde homenaje a los jardines del pasado. El cultivo de jardines patrimoniales nos permite recuperar las historias de nuestros antepasados y transmitirlas a nuestros hijos y nietos.
Jardines del patrimonio en crecimiento
A medida que nos hacemos más conscientes del cambio climático y de cómo afecta nuestra salud y suministro de alimentos, es más probable que consideremos el diseño de jardines patrimoniales. A menudo, la jardinería étnica nos permite cultivar vegetales que no están disponibles en las grandes cadenas de supermercados. En el proceso, nos volvemos más conscientes de nuestras tradiciones únicas. Un jardín patrimonial es una forma de historia viva.
Si no está seguro de qué plantar en su jardín patrimonial, busque libros antiguos de jardinería, generalmente cuanto más viejos, mejor, o pregunte a los miembros mayores de la familia. Su biblioteca también puede ser una buena fuente, y consulte con los clubes de jardinería locales o la sociedad histórica o cultural de su área.
Historia a través de la jardinería
Aquí hay algunas sugerencias para comenzar con el diseño de su propio jardín patrimonial.
La jardinería étnica nos permite enorgullecernos de nuestra herencia cultural única. Por ejemplo, los descendientes de los colonos resistentes del oeste de los Estados Unidos pueden plantar las mismas malvas o rosas patrimoniales que sus antepasados trajeron a Oregon Trail hace muchos años. Como sus industriosos antepasados, pueden cultivar remolacha, maíz, zanahorias y patatas para el invierno.
Las hojas de nabo, las coles, las hojas de mostaza, la calabaza, el maíz dulce y el quimbombó siguen siendo prominentes en la mayoría de los jardines del sur. Las mesas cargadas de té dulce, galletas, tarta de melocotón e incluso tomates verdes fritos tradicionales son prueba de que la cocina del sur del país está muy viva.
Los huertos de la herencia mexicana pueden incluir tomates, maíz, tomatillos, epazote, chayote, jícama y varias variedades de chiles (a menudo de semillas) transmitidos de generación en generación y compartidos por amigos y familiares.
Los jardineros de ascendencia asiática tienen una rica historia cultural. Muchos cultivan grandes huertos familiares con verduras como el rábano daikon, el edamame, la calabaza, la berenjena y una amplia variedad de verduras de hoja verde.
Estos, por supuesto, son solo un punto de partida. Hay varias posibilidades según el lugar de origen de su familia. ¿Son alemanes, irlandeses, griegos, italianos, australianos, indios, etc.? Cultivar un jardín de inspiración étnica (que también puede incluir más de una etnia) es una excelente manera de transmitir tradiciones mientras enseña a sus hijos (y nietos) sobre la historia y su origen ancestral.