Fusarium es una de las enfermedades más comunes de frutas, verduras e incluso plantas ornamentales. La pudrición de la cáscara de las cucurbitáceas por fusarium afecta a los melones, pepinos y otros miembros de la familia. Las cucurbitáceas comestibles con pudrición por fusarium se muestran como lesiones en la cáscara, pero se desarrollan para afectar la pulpa interior del alimento. A menudo pasa desapercibido en el campo y solo es aparente una vez que se abre la fruta. Conocer los primeros signos de la enfermedad puede salvar su cosecha.
Síntomas del hongo Cucurbitáceas Fusarium
Las enfermedades fúngicas se presentan de muchas formas. El hongo Fusarium aparece como marchitez y podredumbre. Es casi un caso del huevo o la gallina, en cuanto a cuál se desarrolla primero. La pudrición de las cucurbitáceas por Fusarium afecta principalmente a los melones y pepinos, y existen numerosas especies de fusarium que causan la enfermedad.
Las cucurbitáceas con pudrición por fusarium a menudo no muestran síntomas hasta que se cosechan. La enfermedad inicial invade la fruta con mayor frecuencia en el extremo del tallo. La lesión mecánica parece fomentar la infección. Los hongos secundarios a menudo invaden y agravan los síntomas. La planta en sí puede no mostrar signos de enfermedad, lo que minimiza la capacidad de diagnosticar la enfermedad.
Algunas especies de fusarium provocan una decoloración de rojo a púrpura, mientras que otras crean lesiones marrones. Las secciones transversales de la fruta pueden indicar la especie de fusarium, pero poco se debe hacer una vez que la fruta está infectada. El control de la pudrición de la cáscara por fusarium de las cucurbitáceas se basa en prácticas culturales, fungicidas y un manejo cuidadoso de los frutos cosechados.
La pudrición por Fusarium de las cucurbitáceas ocurre durante condiciones ambientales y del suelo de húmedo a húmedo. La infección ocurre con mayor frecuencia donde la fruta está en contacto con el suelo. La enfermedad parece ser contagiosa con frutas cosechadas que están enfermas, infectando a otras en el stock.
No se sabe si el suelo alberga la enfermedad, pero parece probable. También puede transmitirse por semillas de frutas infectadas. Las buenas prácticas de higiene pueden minimizar la propagación de la enfermedad. Hay al menos 10 especies de hongos fusarium que causan la enfermedad. Cada uno tiene una presentación ligeramente diferente, pero el resultado final es una infección de la fruta que se propaga lentamente.
Prevención y control del hongo Cucurbitáceas Fusarium
Las buenas prácticas de campo pueden ser cruciales para minimizar los problemas de marchitez por fusarium. La rotación de cultivos, la solarización del suelo, la eliminación de cucurbitáceas silvestres que pueden albergar la enfermedad y la verificación de semillas libres de enfermedades son factores clave para prevenir la aparición del hongo fusarium.
Los fungicidas previos a la cosecha no parecen afectar la propagación en gran medida, pero las aplicaciones posteriores a la cosecha son útiles. Sumergir la fruta en agua caliente durante 1 minuto o en un fungicida recomendado para su uso en la fruta poscosecha evitará la propagación de la enfermedad al resto de la cosecha. Evite dañar la fruta, que también puede proporcionar puntos de entrada para el hongo.