Existen muchos estudios sobre los beneficios de la jardinería tanto para la mente como para el cuerpo. Simplemente estar al aire libre y conectarse con la naturaleza puede tener un efecto clarificador y beneficioso. Las personas con demencia o enfermedad de Alzheimer obtendrán una serie de experiencias positivas al participar en el jardín. Diseñar un jardín de la memoria, o uno para los afectados por estas condiciones debilitantes, les permite disfrutar del ejercicio y el aire fresco, además de estimular los sentidos.
¿Qué es un Jardín de la Memoria?
Los jardines de memoria estimulan a los pacientes que viven con pérdida de memoria. Pueden llevar recordatorios suaves de experiencias pasadas y refrescar la memoria a medida que se destacan la identificación y el cuidado de las plantas. Los jardines para personas con Alzheimer también son útiles para los cuidadores, cuyas vidas también están patas arriba y necesitan un lugar de paz muy merecido.
Se ha demostrado científicamente que los jardines amigables con el Alzheimer ayudan a sanar el cuerpo y la mente, además de brindar esperanza y compromiso en forma de actividades y participación. La atención al paciente ha evolucionado a lo largo de los años y ahora incluye tanto la medicina occidental como la oriental en un paquete integral. Se ha demostrado que solo tratar el cuerpo no es suficiente como estimulante en muchas situaciones y tal es el caso de quienes sufren pérdida de memoria.
Los jardines para personas con demencia o Alzheimer pueden reducir los sentimientos negativos, brindar experiencias positivas, reducir el estrés y ayudar a mantener la atención. Se puede argumentar que cualquier jardín tiene estas capacidades, pero diseñar un jardín de la memoria con estos pacientes en mente debe incluir elementos importantes como la seguridad y características de interés.
Diseñando jardines amigables con el Alzheimer
Según los expertos, los jardines para personas con Alzheimer deberían tener varios aspectos diferentes. El primero es la salud y la seguridad. Evitar plantas tóxicas, instalar barandillas y proporcionar caminos son parte de la creación de un entorno seguro. Las cercas deben ser lo suficientemente altas como para no ser escaladas y todos los senderos deben ser antideslizantes. Los caminos deben ser lo suficientemente anchos para acomodar sillas de ruedas también.
A continuación, se deben disfrazar las características de seguridad para evitar la ansiedad. Plante enredaderas y árboles más altos para proteger las puertas y cercas y encerrar el espacio en una tranquilidad natural. Se debe considerar el mantenimiento para que el lugar no tenga escollos, el drenaje sea adecuado y los caminos sean seguros y fáciles de transitar.
Desarrollar un jardín que se pueda apreciar desde el interior también puede beneficiar a los pacientes con pérdida de memoria. Los elementos del jardín deben incluir aromas, colores, sonidos, vida silvestre y tal vez incluso comestibles. ¿A quién no le encanta un paseo perezoso que termina en una manzana recién cortada o una fresa roja madura? Este tipo de adiciones bien pensadas crearán un efecto holístico que alivia el alma.
Recuerda incluir bancos para caminantes cansados y una zona de sombra para evitar el sobrecalentamiento. Un jardín de la memoria es muy similar a cualquier jardín, pero algunas adiciones especiales pueden ayudar a que sea más beneficioso para quienes se enfrentan a la pérdida de la memoria y proporcionar un entorno hermoso, enriquecedor y curativo.