Jazmín naranja murraya – cultivo de plantas de jazmín naranja en el jardín

¿Qué es el jazmín naranja? También conocido como Jessamine naranja, naranja simulado o madera satinada, el jazmín naranja (Murraya paniculata) es un arbusto compacto de hoja perenne con hojas de color verde intenso y brillantes y ramas interesantes y nudosas. Los racimos de flores pequeñas y fragantes florecen en primavera, seguidas de bayas de color naranja rojizo brillante en verano. Esta hermosa planta es una excelente opción si buscas atraer abejas, pájaros o mariposas a tu jardín. Cuidar el jazmín naranja Murraya es sorprendentemente sencillo. Siga leyendo para obtener más información sobre las plantas de jazmín naranja.

Condiciones de cultivo de naranja jazmín

Las plantas de jazmín naranja requieren protección de la luz solar directa y caliente. Al cultivar jazmín naranja Murraya, ubique la planta donde reciba la luz del sol de la mañana y la sombra de la tarde, o alternativamente, donde esté a la luz del sol rota o sombra moteada todo el día.

Un suelo bien drenado es fundamental, ya que el jazmín naranja no funciona bien en suelos anegados. Si su suelo carece de drenaje, mejore las condiciones del suelo excavando en material orgánico como abono, corteza picada o mantillo de hojas.

Cuidado de naranja jazmín

Riegue profundamente las plantas de jazmín naranja siempre que las dos pulgadas superiores (5 cm) de tierra se sientan secas al tacto. Como regla general, una vez por semana está bien. Sin embargo, es posible que se necesite un riego más frecuente si vive en un clima cálido o si la planta de jazmín naranja está en un recipiente. Nunca permita que la planta permanezca en suelo fangoso o agua.

Alimente las plantas de jazmín naranja una vez cada tres o cuatro semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante fabricado para plantas de hoja perenne. Alternativamente, si la planta está en un recipiente, aplique un fertilizante balanceado soluble en agua.

Recorte las plantas de jazmín naranjas ligeramente según sea necesario para mantener el tamaño y la forma deseados. Elimine el crecimiento muerto o dañado y adelgace las ramas que se cruzan o se frotan contra otras ramas. Evite la poda brusca: es mejor no eliminar más de una octava parte del crecimiento total del arbusto por año.

Imagen de GNNick

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