Es probable que haya escuchado el término monocultivo en un momento u otro. Para aquellos que no lo han hecho, quizás se pregunten "¿Qué es el monocultivo?" Plantar monocultivos puede parecer un método sencillo de jardinería pero, de hecho, los efectos adversos del monocultivo pueden generar una serie de problemas en el futuro. Aprendamos más sobre estos efectos y los problemas de monocultivo que pueden resultar.
¿Qué es el monocultivo?
Muchos agricultores siembran solo un cultivo en el mismo lugar año tras año. Esto es lo que se conoce como monocultivos. Los partidarios afirman que es una forma más rentable de cultivar que cambiar de cultivo cada año.
Cuando un agricultor cultiva solo un tipo de cultivo, puede especializarse en ese cultivo y comprar solo las herramientas y maquinaria necesarias para manejar ese cultivo. Sin embargo, quienes están en contra del monocultivo afirman que es muy duro para el medio ambiente y, en realidad, menos rentable que los medios de cultivo orgánicos.
Desventajas del monocultivo
Plantar el mismo cultivo en el mismo lugar cada año extrae los nutrientes de la tierra y deja el suelo débil e incapaz de apoyar el crecimiento saludable de las plantas. Debido a que la estructura y la calidad del suelo son tan malas, los agricultores se ven obligados a utilizar fertilizantes químicos para estimular el crecimiento de las plantas y la producción de frutos.
Estos fertilizantes, a su vez, alteran la composición natural del suelo y contribuyen aún más al agotamiento de nutrientes. El monocultivo también crea la propagación de plagas y enfermedades, que deben tratarse con más productos químicos. Los efectos del monocultivo en el medio ambiente son graves cuando los pesticidas y fertilizantes llegan a las aguas subterráneas o se transportan por el aire, creando contaminación.
Agricultura ecológica, el enfoque alternativo
Los problemas del monocultivo pueden evitarse por completo si se emplean métodos de agricultura ecológica. Cuando se siembran diversas especies de plantas, los cultivos pueden resistir mejor los ataques de insectos y plagas, eliminando así la necesidad de pesticidas.
Los agricultores orgánicos se enfocan en desarrollar un suelo rico y saludable que proporcione todos los nutrientes que las plantas necesitan para prosperar y producir una cosecha abundante. Las granjas orgánicas también aprovechan animales como ganado, cerdos y pollos para ayudar a mantener la tierra rica.