Las temperaturas invernales pueden causar estragos en los árboles frutales de cualquier tipo. Considerar la protección de los árboles frutales durante el invierno puede ser crucial para la supervivencia del árbol. Un método de protección simple, eficaz y duradero es enterrar árboles frutales en invierno, con nieve o con mantillo, como recortes de césped u hojas secas. Nuestra pregunta entonces no es si se pueden enterrar árboles frutales, sino cómo enterrar un árbol frutal joven.
Cómo enterrar un árbol frutal
Observe que en el párrafo anterior agregué la advertencia de árbol frutal “joven”. Hay una razón logística para esto. Sin un lince u otro dispositivo para levantar objetos pesados, la realidad de enterrar un árbol frutal maduro es prácticamente nula. Además, las ramas son más maleables que las de los árboles maduros. Sin embargo, para los árboles frutales jóvenes, el proceso de enterrar árboles frutales en invierno es bastante simple. El razonamiento detrás de este método también se comprende fácilmente. Enterrar los árboles frutales en la nieve del invierno o en mantillo mantiene la temperatura del árbol más cálida que si estuviera solo sujeto al daño del hielo y los fuertes vientos invernales.
Este método para la protección invernal de árboles frutales es bastante simple y no solo protegerá al árbol de las temperaturas gélidas, sino que también desalentará a las criaturas hambrientas, como los conejos, y el daño causado por los ciervos que frotan la corteza del árbol y generalmente dañan las ramas. Prepárese para enterrar árboles frutales antes de la primera gran helada, generalmente antes del Día de Acción de Gracias.
Una vez que las hojas hayan caído del árbol, envuélvalas. Hay muchas opciones cuando se trata de tu abrigo. Casi cualquier cosa funcionará, desde papel alquitranado hasta mantas viejas, aislamiento de casas y mantas de mudanza. El papel alquitranado es agradable, ya que crea una barrera impermeable. Si usa, por ejemplo, las mantas viejas, cúbralas con una lona y átelas de manera segura con alambre fuerte o incluso con perchas de metal. Luego, cubra el árbol envuelto con suficiente mantillo, como hojas rastrilladas o recortes de césped, para cubrirlo por completo.
Para algunos tipos de árboles frutales, como los higos, corte las ramas a aproximadamente 3 pies de largo antes de envolver el árbol. Si el higo es grande, excave un hoyo de 3 pies desde la base del árbol tan largo como la altura del árbol. La idea aquí es doblar el árbol hacia el hoyo antes de enterrarlo. Algunas personas colocan madera contrachapada sobre el higo doblado y luego rellenan el agujero con la suciedad eliminada.
La protección invernal de los árboles frutales no puede ser más fácil que simplemente usar lo que le brinda la Madre Naturaleza. Es decir, una vez que la nieve ha comenzado a caer, simplemente quite la nieve suficiente para cubrir los árboles jóvenes. Si bien esto brinda cierta protección, tenga en cuenta que la nieve pesada y húmeda también puede dañar las ramas tiernas.
Independientemente de cómo decida enterrar sus árboles frutales, tenga en cuenta que una vez que las temperaturas comiencen a subir y haya pasado toda posibilidad de heladas, es imperativo que “desenterre” los árboles, generalmente alrededor del Día de la Madre.