¿Qué es la pudrición del pie de aster? Esta desagradable enfermedad fúngica transmitida por el suelo ingresa a los ásteres a través de la raíz principal y se propaga a través de las raíces antes de ascender por toda la planta. Una vez establecido, el tratamiento de la pudrición del pie de aster es difícil; sin embargo, la enfermedad se puede prevenir. Aprendamos más sobre los ásteres con pudrición del pie.
Síntomas de la pudrición del pie de aster
¿Qué causa la pudrición del pie de aster? La pudrición del pie de áster es más común en climas húmedos. La enfermedad se ve favorecida por suelos mal drenados y riego excesivo. Una vez que la pudrición del pie del aster está en el suelo, se propaga rápidamente, incluso en cantidades muy pequeñas de agua.
Los síntomas de los ásteres con pudrición del pie incluyen el marchitamiento repentino de las hojas y una decoloración de color negro pardusco de la parte inferior de los tallos. Las plantas a menudo se marchitan y colapsan al nivel del suelo. Debido a que la enfermedad afecta las raíces, los ásteres con podredumbre del pie se arrancan fácilmente del suelo.
Tratamiento de la pudrición del pie por áster
La prevención de los ásteres con pudrición del pie es clave para su tratamiento, ya que las plantas infectadas normalmente no se pueden salvar.
Plante variedades resistentes a enfermedades, que tienen menos probabilidades de desarrollar la pudrición del pie del aster. Plante los ásteres en un suelo bien drenado. Nunca plante donde la tierra permanezca empapada durante el invierno y evite plantar ásteres demasiado profundamente. Nunca plante ásteres en un suelo que previamente haya sido afectado por la pudrición del pie de aster.
No plantes ásteres demasiado temprano en la temporada cuando es más probable que el clima sea fresco y húmedo. Espere hasta mediados o finales de la primavera. Además, deje de 1 a 3 cm (30 a 90 pies) entre plantas. Recorta las hojas que toquen el suelo.
Los ásteres prefieren una ubicación con luz solar parcial o total. (La luz del sol caliente de la tarde puede ser demasiado intensa en climas cálidos).
Nunca riegue los ásteres más de lo necesario: proporcione solo la humedad suficiente para mantener las plantas saludables. Nunca riegue en exceso ni riegue hasta el punto de escurrimiento.
Si ha descubierto plantas afectadas en su jardín, elimínelas de inmediato. Quema las plantas o destrúyelas con cuidado en contenedores sellados. Nunca coloque materia vegetal enferma en abono.