Cuando se trata de usar hierbas curativas, a menudo pensamos en tés en los que varias hojas, flores, frutos, raíces o cortezas se sumergen en agua hirviendo; o tinturas, extractos de hierbas concentrados que generalmente se toman por vía oral.
Es posible que nos olvidemos de los muchos beneficios de las cataplasmas de hierbas, sencillos tratamientos a base de hierbas que se utilizan para diversas molestias desde la antigüedad. Las cataplasmas caseras son útiles y sorprendentemente fáciles de hacer. Eche un vistazo a la siguiente información y aprenda los conceptos básicos de cómo hacer una cataplasma.
¿Qué es una cataplasma?
Una cataplasma es simplemente una forma de aplicar materia vegetal directamente sobre la piel. Por lo general, las hierbas se mezclan con agua o aceite y se aplican como una pasta. Si la hierba es particularmente potente, como la cebolla, la mostaza, el ajo o el jengibre, la piel puede protegerse con un paño fino o las hierbas pueden colocarse en una bolsa de tela o en un calcetín limpio.
Una cataplasma casera puede ser algo complicada o extremadamente simple. Por ejemplo, puede aplastar una hoja entre los dedos, colocarla sobre una picadura de insecto u otra inflamación y asegurarla con una venda adhesiva.
Las cataplasmas de hierbas pueden estar calientes, lo que aumenta la circulación en el área, o frías, lo que puede aliviar rápidamente el dolor de una quemadura solar o la picadura de una picadura de insecto. Ciertas hierbas pueden combatir infecciones, reducir la inflamación, extraer veneno de la piel, aliviar dolores y molestias o aliviar la congestión del pecho.
Para que funcione, la cataplasma de hierbas debe estar cerca de la piel para que los compuestos beneficiosos puedan penetrar eficazmente el tejido.
Cómo hacer una cataplasma
Hay numerosas formas de crear una cataplasma casera y hacerlas de manera efectiva es un arte que vale la pena estudiar. A continuación se muestran un par de ejemplos muy simples:
Una forma fácil es simplemente colocar hierbas frescas o secas en una bolsa de muselina o un calcetín de algodón blanco y luego hacer un nudo en la parte superior. Remoja la bolsa o el calcetín en un recipiente con agua caliente y amasa por un minuto para calentar y suavizar las hierbas. Aplica el calcetín caliente en la zona afectada.
También puede mezclar hierbas frescas o secas con suficiente agua fría o caliente para humedecer la materia vegetal. Triture la mezcla hasta obtener una pulpa, luego extienda la pasta espesa directamente sobre la piel. Envuelva la cataplasma con plástico, muselina o gasa para mantenerla en su lugar.
Aviso legal: El contenido de este artículo es solo para fines educativos y de jardinería. Antes de usar o ingerir CUALQUIER hierba o planta con fines medicinales o de otro tipo, consulte a un médico, herbolario u otro profesional adecuado para obtener asesoramiento.