Los perales son una gran adición a un jardín o paisaje. Sin embargo, las peras son delicadas, y regar demasiado o muy poco puede provocar hojas amarillentas o caídas y frutos de mala calidad. Siga leyendo para obtener más información sobre el riego del peral y la frecuencia con la que debe regar las peras.
Riego de perales
Lo principal que se debe establecer al determinar las necesidades de riego del peral es la edad del árbol.
Si su árbol está recién plantado o tiene menos de unos pocos años, es probable que sus raíces no estén bien establecidas más allá del cepellón que formó en su contenedor inicial. Esto significa que el árbol debe regarse cerca del tronco y con frecuencia, dos o posiblemente incluso tres veces por semana si no llueve.
Sin embargo, cuando un árbol madura, sus raíces se extienden. Si su árbol ha estado creciendo en el mismo lugar durante varios años, sus raíces se habrán expandido más allá de la línea de goteo, o el borde del dosel, donde el agua de lluvia gotea naturalmente de las hojas para empapar el suelo. Riegue su árbol maduro con menos frecuencia y alrededor de la línea de goteo.
Tenga en cuenta el tipo de suelo en el que está plantado su árbol. Los suelos arcillosos pesados retienen bien el agua y requieren riegos menos frecuentes, mientras que los suelos arenosos se drenan fácilmente y requieren riegos más frecuentes. Nunca dejes que el agua permanezca alrededor de tu árbol por más de 24 horas, ya que esto puede hacer que las raíces se pudran. Si tiene un suelo arcilloso pesado que se drena lentamente, es posible que deba dividir el riego en varias sesiones para evitar que el agua se acumule.
¿Cuánta agua necesitan los perales?
Los árboles recién plantados necesitan aproximadamente un galón de agua a la semana, ya sea que provenga del riego del peral, la lluvia o una combinación de ambos. Puede tener una idea de si necesita regar sintiendo la tierra a 6 cm (15 pulgadas) del tronco y 6 a 10 cm (15 a 25 pulgadas) de profundidad. Si el suelo está húmedo, no es necesario regar el árbol.
Independientemente de su edad, las raíces de un peral no suelen crecer a más de 24 pulgadas (61 cm) por debajo del suelo. Estos tipos de raíces se benefician de riegos poco frecuentes pero profundos, lo que significa que el suelo se humedece hasta 24 pulgadas de profundidad.