Las enfermedades micóticas pueden ser un problema real para los jardineros, especialmente cuando el clima es más cálido y húmedo de lo habitual. Los fungicidas de cobre son a menudo la primera línea de defensa, especialmente para los jardineros que prefieren evitar los fungicidas químicos. Usar fungicidas de cobre es confuso, pero saber exactamente cuándo usar fungicidas de cobre es la clave del éxito. Sin embargo, las enfermedades fúngicas son difíciles de controlar y los resultados no están garantizados. Exploremos estos temas.
¿Qué es el fungicida de cobre?
El cobre es un metal que, en forma disuelta, penetra en los tejidos vegetales y ayuda a controlar enfermedades fúngicas como:
- Moho polvoriento
- Moho suave
- Mancha foliar por Septoria
- antracnosis
- Punto negro
- Fuego bacteriano
Dicho esto, su eficacia es limitada contra el tizón tardío de las patatas y los tomates. Debido a que el cobre es tóxico, también puede causar daños graves al matar los tejidos vegetales. Si está considerando usar fungicida de cobre, asegúrese de leer la etiqueta con atención. Hay muchas formulaciones de productos de cobre en el mercado, que difieren ampliamente en la cantidad de cobre, ingredientes activos, tasa de aplicación y otros factores.
También es importante tener en cuenta que el cobre no se degrada en el suelo y puede convertirse en un contaminante del suelo con el tiempo. Use fungicidas de cobre con moderación y solo cuando sea necesario.
Cuándo usar fungicida de cobre
No espere que el fungicida de cobre cure una enfermedad fúngica existente. El producto actúa protegiendo a las plantas contra el desarrollo de nuevas infecciones. Lo ideal es aplicar el fungicida de cobre antes de que los hongos sean visibles. De lo contrario, aplique el producto inmediatamente cuando note por primera vez signos de enfermedad fúngica.
Si el hongo está en árboles frutales o plantas de vegetales, puede continuar rociando de manera segura cada siete a 10 días hasta la cosecha. Si es posible, rocíe las plantas cuando tenga al menos 12 horas de clima seco después de la aplicación.
Cómo usar fungicida de cobre
Por lo general, los fungicidas se aplican en una proporción de 1 a 3 cucharaditas por galón (5 a 15 mL por 4 L.) de agua. Sin embargo, es fundamental leer atentamente las instrucciones de la etiqueta para determinar la tasa de aplicación de cada producto específico. Vuelva a aplicar el producto cada siete a 10 días porque los fungicidas se degradan después de la aplicación.
Los fungicidas generalmente no son dañinos para las abejas. Sin embargo, es mejor no rociar cuando las abejas se alimentan activamente de las plantas. Nunca aplicar fungicida de cobre en días muy calurosos.
Nunca mezclar fungicidas de cobre con otros químicos. Nunca aplicar fungicidas en exceso.
<b>Nota</b>: Comuníquese con su oficina de extensión cooperativa local para obtener información específica sobre los usos de fungicidas de cobre en su situación particular. Por ejemplo, algunas enfermedades se tratan mejor en otoño.