Cultivar amarilis a partir de semillas es un proceso muy gratificante, aunque algo largo. La amarilis se hibrida fácilmente, lo que significa que puede desarrollar su propia variedad nueva en casa. Esa es la buena noticia. La mala noticia es que se necesitan años, a veces hasta cinco, para pasar de semilla a planta floreciente. Sin embargo, si tiene un poco de paciencia, puede producir y germinar sus propias vainas de semillas de amarilis. Siga leyendo para obtener más información sobre la propagación de semillas de amarilis y cómo plantar una semilla de amarilis.
Propagación de semillas de amarilis
Si sus plantas de amarilis crecen en el exterior, es posible que se polinicen de forma natural. Sin embargo, si está cultivando el suyo en el interior o simplemente no quiere dejar las cosas al azar, puede polinizarlas usted mismo con un pincel pequeño. Recoja con cuidado el polen del estambre de una flor y cepíllelo sobre el pistilo de otra. Las plantas de Amaryllis pueden autopolinizarse, pero obtendrá mejores resultados y cruces más interesantes si usa dos plantas diferentes.
A medida que la flor se desvanece, la pequeña protuberancia verde en su base debería hincharse y convertirse en una vaina de semillas. Deje que la vaina se vuelva amarilla y marrón y se agriete, luego recójala. En el interior debe haber una colección de semillas negras y arrugadas.
¿Puedes cultivar semillas de amarilis?
Es absolutamente posible cultivar amarilis a partir de semillas, aunque requiere mucho tiempo. Plante sus semillas lo antes posible en un suelo bien drenado o vermiculita debajo de una capa muy fina de tierra o perlita. Riega las semillas y mantenlas húmedas en sombra parcial hasta que broten. No es probable que todas las semillas broten, así que no se desanime.
Después de la germinación, no es difícil cultivar amarilis a partir de semillas. Deje que los brotes crezcan durante algunas semanas (deben verse como hierba) antes de trasplantarlos a macetas individuales más grandes.
Aliméntelos con un fertilizante para todo uso. Mantenga las plantas bajo el sol directo y trátelas como cualquier otra amarilis. En unos años, será recompensado con una variedad de flores que quizás nunca antes se había visto.