Una cucurbita demasiado ansiosa que produce fanegas de pepinos, melones o calabazas se siente como una plaga en el jardín a mediados del verano, pero pueden pasar cosas peores. La fruta vegetal podrida, causada por la pudrición del vientre por rizoctonia, es una de esas cosas. Tan difícil como puede ser deshacerse de verduras saludables cuando su calabacín cobra vida, es una tarea mucho más grande lidiar con las frutas malas.
¿Qué es la pudrición del vientre?
La pudrición del vientre en la fruta es causada por el hongo Rhizoctonia solani, que sobrevive en el suelo año tras año. El hongo se activa cuando la humedad es alta y las temperaturas cálidas, causando signos obvios de infección en 24 horas y frutos completamente podridos en tan solo 72. Temperaturas por debajo de 50 ° F (10 ° C) pueden retardar o prevenir la infección. Esta es principalmente una enfermedad de los pepinos, pero también puede causar pudrición del vientre en la fruta de la calabaza y los melones.
Las frutas que están en contacto directo con el suelo desarrollan manchas pequeñas, de bronceado a marrón, empapadas de agua en la mancha del suelo. A medida que la enfermedad se propaga, las manchas se expanden y se vuelven costrosas y de forma irregular. Un caso avanzado de pudrición del vientre por rizoctonia hace que estas manchas se hundan, se agrieten o parezcan cráteres. La carne cerca de las lesiones es marrón y firme, a veces se extiende hacia la cavidad de la semilla.
Evitar la descomposición de las frutas vegetales
La rotación de cultivos es una de las mejores formas de prevenir la pudrición del vientre por rizoctonia, especialmente si se rota con cultivos de cereales. Sin embargo, si su jardín es pequeño, la rotación de cultivos puede resultar difícil. En ese caso, debe hacer todo lo posible para minimizar el contacto entre las frutas y las estructuras fúngicas. Empiece por cultivar profundamente su jardín, o incluso cavar dos veces cuando sea posible. Cuanto más profundo puedas enterrar el hongo en el suelo, es menos probable que te moleste.
Una vez que las plantas están creciendo, un mantillo de plástico negro y espeso puede evitar que la fruta entre en contacto directo con el suelo, pero aún debe regar con cuidado para evitar saturar demasiado las frutas o el suelo. Algunos jardineros colocan sus frutos jóvenes en pequeños montículos hechos de madera, tejas, alambre o mantillo, pero esto puede requerir mucha mano de obra.
Otra forma de hacer que sus frutas despeguen del suelo es entrenarlas en un enrejado. El enrejado no solo ahorra espacio, sino que puede prevenir muchos problemas diferentes causados cuando las frutas están en contacto con el suelo. Los enrejados mantienen sus camas ordenadas y las frutas al alcance de la mano para la cosecha. Solo recuerde apoyar el cultivo de frutas con hamacas elásticas hechas de material como pantimedias.