La pudrición de la raíz de la sandía es una enfermedad fúngica causada por el patógeno Monosporascus cannonballus. También conocido como declive de la vid de sandía, puede causar una pérdida masiva de cultivos en las plantas de sandía afectadas. Obtenga más información sobre la devastadora enfermedad en este artículo.
Pudrición de la raíz y la vid de los cultivos de sandía
Esta enfermedad prevalece en climas cálidos y se sabe que causa una pérdida masiva de cultivos en los Estados Unidos en Texas, Arizona y California. La enfermedad de la bala de cañón de la sandía también es un problema en México, Guatemala, Honduras, Brasil, España, Italia, Israel, Irán, Libia, Túnez, Arabia Saudita, Pakistán, India, Japón y Taiwán. El declive de la vid de sandía es generalmente un problema en sitios con suelos arcillosos o limosos.
Los síntomas de la raíz de monosporascus y la pudrición de la vid de la sandía a menudo pasan desapercibidos hasta unas semanas antes de la cosecha. Los primeros síntomas son plantas atrofiadas y coloración amarillenta de las hojas viejas de la corona de la planta. El color amarillento y la caída del follaje se moverán rápidamente a lo largo de la vid. Dentro de los 5-10 días posteriores a las primeras hojas amarillas, una planta infectada puede estar completamente defoliada.
Las frutas pueden sufrir quemaduras solares sin el follaje protector. Es posible que se vean rayas o lesiones marrones empapadas en la base de las plantas infectadas. Las frutas de las plantas infectadas también pueden atrofiarse o caer prematuramente. Cuando se extraen, las plantas infectadas tendrán raíces pequeñas, marrones y podridas.
Control de la enfermedad de Sandía Cannonballus
La enfermedad de la bola de cañón de la sandía se transmite por el suelo. El hongo puede acumularse en el suelo año tras año en sitios donde se plantan regularmente cucurbitáceas. La rotación de cultivos de tres a cuatro años en cucurbitáceas puede ayudar a controlar la enfermedad.
La fumigación del suelo también es un método de control eficaz. Los fungicidas administrados mediante riego profundo a principios de la primavera también pueden ayudar. Sin embargo, los fungicidas no ayudarán a las plantas ya infectadas. Por lo general, los jardineros aún pueden cosechar algunas frutas de las plantas infectadas, pero luego las plantas deben desenterrarse y destruirse para evitar una mayor propagación.
Actualmente se encuentran disponibles muchas variedades nuevas de sandía resistentes a enfermedades.