Los mecanismos de defensa son la respuesta automática de un organismo en relación con una amenaza percibida. Los ejemplos de mecanismos de defensa, como "luchar o huir", son muy comunes cuando se habla de mamíferos y otros animales en la naturaleza. Sin embargo, los mecanismos de defensa de las plantas también pueden ser bastante interesantes.
Debido a su naturaleza arraigada, puede ser difícil imaginar qué medidas pueden tomar las plantas para prevenir ataques externos. Uno puede comenzar rápidamente a preguntarse: "¿Cómo se defiende una planta?" Siga leyendo para conocer las formas en que las plantas se protegen de las amenazas.
¿Cómo luchan las plantas contra los depredadores?
Las formas en que las plantas se protegen varían ampliamente según la ubicación, las condiciones de crecimiento y los depredadores por los que la planta puede ser atacada. En la mayoría de los casos, las defensas de las plantas son necesarias para evitar daños, así como para asegurar que la planta pueda reproducirse.
En lo que respecta a los mecanismos de defensa de las plantas, algunas plantas se han desarrollado y adaptado para adaptarse a la presión de los animales más grandes, como los ciervos. Las plantas que comúnmente son consumidas por animales salvajes a menudo desarrollan estructuras físicas que dificultan que el animal consuma la planta, como espinas o espinas.
Si bien los animales más grandes pueden verse disuadidos por la presencia de espinas o picos grandes a lo largo de los tallos y hojas de las plantas, otras plantas pueden necesitar estructuras más especializadas. Las plantas que son consumidas por plagas o insectos molestos pueden requerir la modificación de las estructuras de crecimiento de las hojas. Algunos ejemplos de esto incluyen hojas con el crecimiento de pequeñas estructuras similares a pelos o superficies duras y cerosas. Estas estructuras hacen que sea más difícil para los insectos alcanzar y alimentarse de las hojas de la planta.
Los mecanismos de defensa de las plantas químicas también son muy comunes. La producción de toxinas dentro de las plantas es muy común para evitar ser consumidas por depredadores. Otras plantas pueden producir sustancias químicas solo cuando existe una posibilidad directa de ataque. Estos productos químicos pueden servir para varios propósitos, incluida la señalización de peligro para otras plantas, así como la atracción de insectos beneficiosos que pueden ayudar en la supervivencia de la planta.
Independientemente del método, las plantas se han adaptado a las presiones de crecer dentro de sus regiones nativas. Al elegir plantas nativas de nuestras propias zonas de jardinería, podemos ayudar a reducir la posibilidad de daños causados por insectos en el paisaje de la casa.