Firebush, también conocido como arbusto de colibrí, es un gran arbusto con flores y colorido para jardines de clima cálido. Proporciona meses de color y atrae a los polinizadores. La propagación de Firebush, si ya tiene Firebush en su jardín, se puede realizar mediante semillas o esquejes.
Acerca de la reproducción de Firebush
Firebush es originario de México y prospera en el intenso calor de esa región, creciendo bien en lugares como el sur de Texas, Arizona y California. Es un arbusto grande o un árbol pequeño, dependiendo de cómo lo cultives y lo entrenes. Firebush se llama así por sus flores de color rojo anaranjado que florecen profusamente a principios del verano y hasta bien entrado el otoño.
El arbusto se desarrolla bien en el calor y tolerará las condiciones de sequía mejor que muchas plantas y crecerá en cualquier tipo de suelo que drene bien. Firebush prefiere pleno sol y producirá más flores si se le da un lugar soleado con solo un poco de sombra. Además de las flores de color fuego, las hojas también se vuelven de un rojo brillante antes de que llegue el invierno.
Su atractivo en el jardín, así como su robustez, hacen que la planta sea popular. Y por esta razón, tendemos a querer más. Ahí es donde la propagación de la planta es útil, ya que ofrece una excelente manera de producir más plantas por menos dinero.
Cómo propagar Firebush
La reproducción de Firebush se puede lograr recolectando y sembrando las semillas de sus plantas existentes o tomando y cultivando esquejes.
Las semillas se desarrollan en vainas y, una vez que se hayan secado, puede retirarlas para plantarlas. Separar las semillas y sembrarlas en tierra húmeda. Mantenga la bandeja de semillas en un lugar cálido o cúbrala con plástico si no tiene un ambiente cálido.
Dé a sus plántulas luz directa a medida que crecen y mantenga la tierra húmeda. Deben brotar en unas tres semanas. No transfiera las plántulas al aire libre hasta que no haya riesgo de heladas.
Propagar un arbusto de fuego por esquejes es otra posibilidad. El truco consiste en mantener los esquejes muy calientes, al menos a 85 grados Celsius (29 grados Fahrenheit). Si los esquejes se enfrían más que esto, es posible que no funcione. Tome esquejes de unas seis pulgadas (15 cm) de largo con algunas hojas y sumerja los extremos en un medio de enraizamiento. Plantéelos en una mezcla de perlita o arena y riegue diariamente.
Si no tiene un lugar lo suficientemente cálido, como un invernadero con calefacción, use una almohadilla térmica para mantener los esquejes a 85 grados o más calientes. Una vez que tenga un buen crecimiento de las raíces, como con las plántulas, puede plantar los esquejes al aire libre cuando desaparezca la posibilidad de heladas.