Los brotes de alfalfa son sabrosos y nutritivos, pero muchas personas los han abandonado debido al riesgo de infección por salmonela. Si le preocupan las retiradas de brotes de alfalfa en los últimos años, intente cultivar sus propios brotes de alfalfa. Puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos asociadas con los brotes cultivados comercialmente cultivando brotes de alfalfa en casa. Continúe leyendo para obtener más información sobre los brotes de cosecha propia.
Cómo cultivar brotes de alfalfa
Aprender a cultivar brotes de alfalfa no es demasiado difícil. El equipo más simple para germinar semillas es un frasco de conservas equipado con una tapa de germinación. Las tapas de germinación están disponibles donde compra sus semillas o en la sección de enlatado de la tienda de comestibles. Puede hacer el suyo cubriendo el frasco con una doble capa de estopilla y asegurándolo en su lugar con una banda de goma grande. Limpie su equipo con una solución de 3 cucharadas de lejía sin perfume por litro de agua y enjuague bien.
Compre semillas certificadas libres de patógenos que estén empaquetadas y etiquetadas para germinar. Las semillas preparadas para plantar pueden tratarse con insecticidas, fungicidas y otros químicos y no son seguras para comer. Si desea una medida de precaución adicional, puede desinfectar las semillas en una olla con peróxido de hidrógeno calentada a 140 grados (60 ° C). Sumerja las semillas en el peróxido de hidrógeno caliente y revuelva con frecuencia, luego enjuague durante 1 minuto con agua corriente. Coloca las semillas en un recipiente con agua y quita los escombros que flotan hacia arriba. La mayor parte de la contaminación está asociada con estos desechos.
Brotes De Alfalfa Cómo
Una vez que tenga su equipo y esté listo para cultivar brotes de alfalfa, siga estos sencillos pasos para cultivar sus propios brotes de alfalfa:
- Coloque una cucharada de semillas y suficiente agua para cubrirlas en el frasco y asegure la tapa en su lugar. Coloca el frasco en un lugar cálido y oscuro.
- Enjuague las semillas a la mañana siguiente. Escurre el agua del frasco a través de la tapa que brota o la gasa. Agítelo suavemente para eliminar la mayor cantidad de agua posible, luego agregue agua tibia y agite las semillas en el agua para enjuagarlas. Agregue un poco más de agua que suficiente para cubrir las semillas y vuelva a colocar el frasco en un lugar cálido y oscuro.
- Repita el procedimiento de drenaje y enjuague dos veces al día durante cuatro días. En el cuarto día, coloque el frasco en un lugar brillante fuera de la luz solar directa para que los brotes de cosecha propia puedan desarrollar un color verde.
- Enjuague los brotes de alfalfa en crecimiento y colóquelos en un recipiente con agua al final del cuarto día. Quite las capas de semillas que suben a la superficie y luego cuele con un colador. Sacuda tanta agua como sea posible.
- Guarde los brotes en una bolsa de plástico en el refrigerador. Los brotes de cosecha propia se conservan en el refrigerador hasta por una semana.
Ahora que sabe cómo cultivar sus propios brotes de alfalfa, puede disfrutar de esta golosina nutritiva sin preocupaciones.