Con las diferentes reglas y regulaciones en los Estados Unidos con respecto al cultivo y la cosecha de ginseng, es fácil ver por qué este es un cultivo tan valioso. Teniendo restricciones sobre la edad de la planta y la raíz para la cosecha, el cultivo de una cosecha comercial de ginseng requiere varios años y mucha paciencia. Tal inversión de tiempo y dinero obviamente puede hacer que los productores comiencen a preguntarse si las plantas de ginseng valen la pena. Sin embargo, con un poco de conocimiento, el ginseng puede ser una forma única e interesante de ocupar el espacio del jardín no utilizado.
Con hábitats de cultivo muy específicos, quienes deseen cultivar su propio ginseng deben proporcionar las condiciones ideales para cosechar raíces comercializables. Esto puede llevar a los productores a comenzar a pensar en las formas en las que pueden maximizar mejor el rendimiento de sus cultivos. El establecimiento de rutinas constantes de riego y fertilización es importante para las necesidades de las plantas de ginseng en crecimiento.
Cómo alimentar a las plantas de ginseng
Cuando se trata de fertilizar plantas de ginseng, existen varias opciones. Estas opciones dependen en gran medida de las necesidades del productor. La creencia general es que cuando se cultiva ginseng, se deben evitar los fertilizantes. Se ha demostrado que el ginseng silvestre simulado es un cultivo mucho más valioso.
El proceso de alimentar las plantas de ginseng será evidente en el crecimiento de las raíces y, por lo tanto, disminuirá el valor de la raíz. Es por esta razón que muchos cultivadores eligen lugares que permiten que la naturaleza nutra las plantas de ginseng.
Para aquellos que eligen fertilizar las plantas de ginseng, la investigación sugiere que las plantas se benefician de rutinas de fertilización similares a las aplicadas a otros cultivos de raíces comestibles. Las formas más orgánicas de fertilización incluyen el uso de hojas y aserrín, que se aplica durante los meses de invierno cuando las plantas de ginseng están inactivas.
Al elegir fertilizar las plantas de ginseng, los productores deben tener cuidado. La fertilización excesiva o la aplicación de nitrógeno pueden hacer que las plantas de ginseng se debiliten y se vuelvan más susceptibles a las enfermedades.