Cultivar flores silvestres de quinina es una tarea fácil y adecuada para muchas situaciones. Entonces, ¿qué es la quinina silvestre? Siga leyendo para aprender más sobre esta interesante planta y el cuidado de la quinina silvestre.
¿Qué es la quinina salvaje?
La quinina silvestre (Parthenium integrifolim) es una flor silvestre perenne en posición vertical, nativa de Illinois, que no se ve a menudo en el paisaje doméstico. Esta hermosa flor tiene un follaje aromático similar en apariencia a las hojas de mostaza y flores blancas brillantes en forma de botón que florecen desde finales de la primavera hasta el verano.
La quinina silvestre es una planta alta que alcanza de 3 a 4 pies en la madurez y en realidad es una hermosa adición a un lecho perenne. Debido a su floración persistente, esta planta agrega un gran color al final de la temporada y también es una hermosa flor seca para arreglos de interior. Muchos jardineros también incorporan quinina silvestre en los jardines de lluvia. Las mariposas y los colibríes acudirán en masa a esta hermosa flor silvestre en busca de su dulce néctar.
Cultivo de flores silvestres de quinina
La quinina silvestre prospera en las zonas de rusticidad de las plantas USDA 3 a 7. Un miembro de la familia del girasol, las flores silvestres de quinina en crecimiento se encuentran en bosques abiertos y praderas. Las mejores condiciones de crecimiento para la planta de quinina incluyen suelo fértil, bien drenado y pleno sol a sombra ligera.
Las plantas se propagan fácilmente por semilla y es mejor plantarlas en el otoño o principios del invierno. Si siembra en la primavera, proporcione de cuatro a seis semanas de estratificación fría y húmeda para mejorar la germinación.
Cuidado de la quinina salvaje
Una vez plantada y establecida en condiciones de crecimiento adecuadas para las plantas de quinina, la quinina requiere muy poca atención. No es necesario fertilizar esta resistente planta.
Se necesita un mínimo de agua ya que la quinina desarrolla una raíz primaria gruesa y puede tolerar largos períodos sin agua.
No hay plagas o enfermedades conocidas de la quinina silvestre, por lo que es una gran adición a un jardín libre de químicos. Debido a que sus hojas tienen una textura áspera y un sabor amargo, los conejos y los ciervos tienden a omitir la quinina silvestre en los jardines de lluvia y en los macizos de flores.