Información de la planta de agujas españolas: aprenda a controlar las agujas españolas

¿Qué es la aguja española? Aunque la planta aguja española (Bidens bipinnata) es originaria de Florida y otros climas tropicales, se ha naturalizado y se ha convertido en una plaga importante en gran parte de los Estados Unidos. Las malas hierbas de las agujas españolas no son del todo malas; las plantas exhiben un atractivo follaje y pequeñas flores blancas centradas en amarillo que atraen a las abejas, mariposas y otros insectos beneficiosos.

La desventaja es que la planta es extremadamente agresiva y produce semillas en forma de agujas que se adhieren a todo lo que tocan, incluido el cabello, la tela y el pelaje. Cuando considera que una planta puede producir 1,000 semillas espinosas, puede comprender por qué la planta de agujas española no es un visitante bienvenido en la mayoría de los jardines. Si esto le suena familiar, siga leyendo para aprender sobre el control de agujas en español.

Controlando las agujas españolas

Las malas hierbas jóvenes de agujas españolas no son difíciles de arrancar cuando el suelo está húmedo y, a menos que tenga una gran infestación, arrancar con la mano es la solución más eficaz y segura. Trabaje con cuidado y use una pala o pala, si es necesario, para obtener la raíz principal larga y dura. La clave del éxito es arrancar las malas hierbas antes de que tengan la oportunidad de sembrar, ya sea antes de que la planta florezca o poco después, pero siempre antes de que las flores se marchiten.

No espere erradicar la planta de agujas española al primer intento. Siga arrancando las plántulas cuando estén jóvenes y tiernas; eventualmente obtendrá la ventaja.

Si tiene una gran infestación, corte las plantas periódicamente para que no tengan la oportunidad de desarrollar flores y sembrar. También puede obtener el control de la aguja española rociando plantas individuales con productos que contengan glifosato.

Alternativamente, rocíe las infestaciones grandes con un herbicida que mate las malezas de hoja ancha, como el 2,4-D. Tenga en cuenta que debido a la alta toxicidad y los peligros para las personas, los animales y el medio ambiente, los herbicidas siempre deben ser un último recurso.

<b>Nota</b>: El control químico solo debe usarse como último recurso, ya que los enfoques orgánicos son más amigables con el medio ambiente.

Imagen de Fritzflohrreynolds

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