Las plantas de cama como geranios, petunias y nicotiana pueden crear una explosión de color cuando se plantan en masa, pero los jardineros no son los únicos atraídos por estas flores brillantes y prolíficas. El daño a la alimentación causado por las orugas del gusano de los cogollos está aumentando en todo el país, lo que genera alarma y pánico en la comunidad de jardineros, tanto que algunos jardineros se niegan a cultivar las plantas más frecuentes que son víctimas del daño del gusano de los cogollos.
¿Qué son los gusanos de las yemas?
Los gusanos de los cogollos son orugas de polilla que mastican los capullos de las flores y se los comen lentamente de adentro hacia afuera. Las orugas del gusano cogollero comienzan su vida como larvas diminutas que miden menos de 1/16 de pulgada (1.5 ml) de largo, pero crecen hasta 2 pulgadas (5 cm) en el transcurso del verano. Estas larvas comienzan de color crema con cabezas marrones y rayas de colores claros, pero maduran en colores que van del verde al óxido y al negro. La identificación debe ser simple: serán las orugas que se comerán tus flores de adentro hacia afuera.
Los gusanos de las yemas se alimentan de todo tipo de yemas vegetativas, pero se concentran principalmente en las yemas florales y los ovarios en maduración. Los botones florales a menudo no se abren, pero los que sí se ven desgarrados por la masticación de los pétalos. A medida que avanza el verano, el daño se agrava. Afortunadamente, estas plagas solo se alimentan durante aproximadamente un mes antes de caer al suelo para convertirse en crisálidas, lo que le da a las flores la oportunidad de recuperarse. Dos generaciones al año son comunes, siendo la segunda generación mucho más dañina que la primera.
Cómo matar los gusanos de las yemas
Controlar los gusanos de las yemas se basa en el tiempo. Dado que las larvas pasan la mayor parte del tiempo protegidas por los brotes donde se alimentan, el tratamiento después de la eclosión no sirve de mucho para destruir las poblaciones. En cambio, aplicar pesticidas antes de la eclosión o en las orugas recién emergidas es la mejor solución.
Los pesticidas sintéticos como permetrina, esfenvalerato, ciflutrina y bifentrina requieren menos aplicaciones porque duran más en el medio ambiente, pero pueden ser peligrosos para insectos beneficiosos como las abejas, especialmente si parte de su jardín de flores ya está en flor.
Bacillus thuringiensis (Bt) se puede utilizar de forma segura contra los gusanos de las yemas, pero el tiempo lo es todo. Controle sus plantas cuidadosamente para detectar la aparición de larvas y aplique Bt tan pronto como comiencen a eclosionar los primeros huevos. Bt tiene una vida muy corta cuando se expone al aire, pero apuntará a las orugas sin dañar a otros insectos.
Otros métodos de control más seguros incluyen revisar los brotes en busca de pequeños agujeros y eliminar los que están infectados con la esperanza de romper el ciclo de vida. Se cree que los inviernos fríos son devastadores para los gusanos de las yemas, ya que permitir que las plantas en macetas experimenten temperaturas de 20 ° F (-6 ° C) y más bajas puede reducir la población de gusanos de la próxima temporada.