La alcachofa de Jerusalén se parece mucho a un girasol, pero a diferencia de la anual de buen comportamiento que florece en verano, la alcachofa de Jerusalén es una maleza agresiva que crea grandes problemas a lo largo de las carreteras y en los pastos, campos y huertos familiares. Las malas hierbas de las alcachofas de Jerusalén son especialmente invasivas a lo largo de la costa oeste y en el este de los Estados Unidos.
¿Es invasiva la alcachofa de Jerusalén?
Aunque los robustos tubérculos subterráneos de la alcachofa de Jerusalén son comestibles y muy nutritivos, hacen que la planta sea extremadamente difícil de controlar. Cada planta produce de 75 a 200 tubérculos en una sola temporada de crecimiento, y cada tubérculo es capaz de producir hasta seis brotes. Es fácil entender cómo las malas hierbas de la alcachofa de Jerusalén crean grandes dolores de cabeza.
Cómo controlar las alcachofas de Jerusalén
La alcachofa de Jerusalén desarrolla nuevos brotes solo en los tubérculos formados el año anterior. Puede parecer lógico que las malas hierbas de la alcachofa de Jerusalén se controlen fácilmente simplemente excavando los tubérculos, pero, desafortunadamente, las cosas no son tan simples porque localizar todos los tubérculos, que crecen en estolones largos, es casi imposible.
Una forma más eficaz de controlar las malas hierbas de la alcachofa de Jerusalén es arrancar las plantas jóvenes tan pronto como emerjan en primavera, preferiblemente cuando midan entre 4 y 8 pulgadas (10-20 cm) de altura. Si tiene una gran parcela de alcachofa de Jerusalén o si las plantas están brotando en su césped, puede cortarlas.
Cualquiera de los métodos funciona porque los nuevos tubérculos no pueden desarrollarse sin los brotes sobre el suelo. Sin embargo, el control total de la alcachofa de Jerusalén requiere que esté muy atento y elimine cada brote.
Control de la alcachofa de Jerusalén en el huerto
Si su intención es cultivar un pequeño parche de alcachofa de Jerusalén para poder cosechar los tubérculos, la mejor manera de manejar la planta es cortar las flores de las plantas antes de que se conviertan en semillas. Las flores son atractivas y funcionan bien en ramos, por lo que no es necesario que se desperdicien.
Cuando coseche los tubérculos en otoño, asegúrese de desenterrar tantos tubérculos como sea posible para mantener el crecimiento bajo control.
Manejo de plantas de alcachofa de Jerusalén con herbicidas
Los herbicidas siempre deben ser el último recurso. Sin embargo, si lo ha probado todo o si el parche es demasiado grande para manejarlo a mano, rocíe las plantas con un producto de amplio espectro. El herbicida debe aplicarse en las plantas no perturbadas durante el otoño.
Utilice el producto solo de acuerdo con las recomendaciones del fabricante. Guarde los herbicidas fuera del alcance de los niños y las mascotas.
<b>Nota</b>: El control químico solo debe usarse como último recurso, ya que los enfoques orgánicos son más seguros y mucho más respetuosos con el medio ambiente.