El virus de la enana amarilla de la cebada es una enfermedad viral destructiva que afecta a las plantas de cereales de todo el mundo. En los Estados Unidos, el virus de la enana amarilla afecta principalmente al trigo, la cebada, el arroz, el maíz y la avena, y a menudo reduce el rendimiento hasta en un 25 por ciento. Desafortunadamente, las opciones para tratar la enana amarilla de cebada son limitadas, pero es posible ralentizar la propagación, minimizando así el daño. Siga leyendo para aprender sobre el control de la enana amarilla de cebada.
Signos del virus del enano amarillo de los cultivos de cebada
Los síntomas del virus de la enana amarilla de la cebada varían según el cultivo, pero los principales signos de la enfermedad son el retraso en el crecimiento y la decoloración. Las hojas más viejas de las plantas de trigo pueden volverse amarillas o rojas, mientras que el maíz se vuelve púrpura, rojo o amarillo. Las plantas de arroz enfermas se vuelven anaranjadas o amarillas, y la cebada con enana amarilla adquiere un tono distintivo de amarillo dorado brillante.
El virus enano amarillo de la cebada también puede causar áreas empapadas de agua en las hojas. La enfermedad a menudo se confunde con el mosaico u otras enfermedades de las plantas, y los síntomas a menudo imitan problemas nutricionales o estrés ambiental. El retraso del crecimiento puede ser leve o significativo. Los granos pueden ser pequeños o sin relleno.
Causas de la cebada con enana amarilla
El virus enano amarillo de la cebada se transmite por ciertos tipos de pulgones alados. La enfermedad puede localizarse o los pulgones pueden viajar de un campo a otro con la ayuda de un viento fuerte. Los síntomas generalmente aparecen un par de semanas después de una infestación de áfidos. El virus de la enana amarilla de la cebada se ve favorecido por caídas cálidas seguidas de inviernos suaves.
Control de enano amarillo de cebada
No hay mucho que pueda hacer para tratar el virus de la enana amarilla de la cebada, pero los siguientes consejos pueden ayudar:
Siempre es una buena idea comenzar con semillas resistentes a las enfermedades, pero la resistencia varía según la planta. Mantenga las malezas y los pastos silvestres bajo control, junto con el trigo, la cebada o la avena voluntarios. Las plantas herbáceas pueden albergar el virus.
El tiempo es fundamental. Plante los cultivos de cereales de primavera lo antes posible para adelantarse a las infestaciones de pulgones. Por otro lado, la siembra de otoño debe retrasarse hasta que disminuya la población de áfidos. Su extensión cooperativa local es la mejor fuente de información sobre las fechas óptimas de siembra.
Los insecticidas no se recomiendan para el control de pulgones y, por lo general, no son económicos a menos que la infestación sea extremadamente grave. Aunque los insecticidas han demostrado ser de poca utilidad, diezmarán las poblaciones de mariquitas y otros depredadores naturales, permitiendo así que los pulgones prosperen sin ser desafiados. Los insecticidas sistémicos pueden ayudar a limitar la propagación si se aplican cuando los pulgones se alimentan de la planta. Desafortunadamente, los fungicidas no tienen ningún efecto sobre el virus de la enana amarilla de la cebada.