El romero es una hierba resistente, de hoja perenne, vigorosa y fragante. El follaje en forma de aguja está lleno de aceites aromáticos que se liberan en guisos, sopas y salsas. Secar el romero puede ayudar a capturar ese aroma y sabor. La cosecha de romero en verano para secar protege la esencia de la planta y la lleva cómodamente a su especiero.
Cosecha de romero
Los consejos sobre cómo secar el romero deben incluir una charla sobre el tiempo. La mayoría de las hierbas son mejores justo antes de la floración cuando los aceites están en su punto máximo. Corta los tallos por la mañana, justo después de que se seque el rocío y antes de que el calor del día esté en su apogeo. Use podadoras cuando coseche romero de plantas maduras con tallos leñosos. Lava los tallos antes de comenzar a secar el romero.
Cómo secar el romero fresco
El romero fresco es más fácil de usar porque las hojas son suaves y flexibles. Es fácil conservar el sabor de la hierba, pero secar el romero hace que las hojas sean duras y leñosas. El proceso de cómo secar el romero puede incluir triturar las agujas secas en polvo para usar sin la textura dura.
Puede dejar un tallo de romero en la encimera y se secará, pero para garantizar la seguridad y la calidad, es útil un deshidratador de alimentos. Seque los tallos en una sola capa sobre las bandejas deshidratadoras. Retire las hojas después de que estén secas y almacene el romero entero o molido. Otros métodos para secar el romero se pueden hacer colgando de una percha o arrancando las hojas y dejándolas secar en una sola capa en una bandeja para hornear galletas.
Una forma bonita y sencilla de secar el romero es hacer ramos atados. La hierba es atractiva con numerosas hojas y un rico color verde. Cuando se ata y se ata con una cinta brillante, el ramo emite un aroma fresco de hoja perenne mientras se seca. Cuelgue los manojos en un área cálida y seca hasta que las agujas comiencen a caerse, luego retire las hojas frotando el tallo hacia arriba sobre un recipiente o bolsa.
Cómo almacenar romero
Almacenar las hierbas correctamente es fundamental para conservar su sabor y utilidad. Las hierbas como el romero se conservan mejor en lugares frescos y oscuros. Guarde el romero en un recipiente herméticamente cerrado para evitar que la humedad entre y cause moho. Las hierbas secas se conservan muchas veces más que las frescas, pero no duran para siempre. Es mejor limpiar las hierbas y especias no utilizadas dos veces al año para asegurarse de que estén en su mejor momento.