Información sobre la uña de gato: consejos para cultivar una enredadera de uña de gato

¿Qué es la planta de uña de gato? La uña de gato (Macfadyena unguis-cati) es una enredadera prolífica y de rápido crecimiento que produce toneladas de flores brillantes y vibrantes. Se propaga rápidamente y se considera invasivo en algunos lugares, pero si lo trata bien puede tener una gran recompensa. Siga leyendo para obtener más información sobre la planta de uña de gato, incluido cómo cultivar enredaderas de uña de gato y el cuidado de la planta de uña de gato.

Información de la planta de uña de gato

Cultivar una enredadera de uña de gato es fácil. El problema no suele ser tanto mantenerlo vivo como controlarlo. Las plantas de uña de gato se extienden a través de los tubérculos subterráneos y, a menudo, pueden surgir del suelo en lugares inesperados. La mejor manera de evitar la propagación es plantarlo en un lugar restrictivo, como entre una pared y el pavimento.

La uña de gato es resistente al invierno en las zonas USDA 8 a 12, y siempre verde en las zonas 9 y superiores. Puede alcanzar de 20 a 30 pies de largo, siempre que tenga algo para escalar. Le va bien en enrejados, pero es conocido por su capacidad para aferrarse y trepar a casi cualquier superficie, incluido el vidrio.

Cómo cultivar enredaderas de uña de gato

El cuidado de la planta de uña de gato es fácil. Las vides tienden a preferir un suelo húmedo y bien drenado, pero les irá bien en prácticamente cualquier cosa siempre que no esté empapado. Les gusta el sol pleno o parcial.

Propagar una planta de uña de gato es fácil: crece bien a partir de esquejes y, por lo general, puede iniciarse con éxito a partir de las semillas que se encuentran dentro de sus vainas de semillas, que se vuelven marrones y se abren en otoño.

Recoge las semillas y mantenlas secas hasta que quieras plantarlas. Presiónelos en una maceta con medio de cultivo, pero no los cubra. Mantenga la tierra húmeda cubriéndola con una envoltura de plástico; las semillas deben germinar en 3 semanas a 3 meses y pueden trasplantarse a su lugar permanente en el jardín.

Después de eso, la planta básicamente se cuida a sí misma, además del riego ocasional. Podar la vid también puede ayudar a mantenerla más manejable.

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