Información sobre variedades locales en plantas: lo que hace que las plantas autóctonas sean especiales

Una raza autóctona suena un poco a sacada de una novela de Harry Potter, pero no es una criatura de fantasía. ¿Qué significa entonces landrace? Landrace en plantas se refiere a una variedad tradicional que se ha adaptado con el tiempo. Estas variedades de plantas no se obtienen genéticamente, sino que, en cambio, han desarrollado diferentes rasgos de forma natural. No son clonadas, híbridas, cultivares o criadas con intervención humana.

¿Qué significa Landrace?

Las variedades locales de cultivos están más estrechamente alineadas con las reliquias, ya que ocurren naturalmente. Son indígenas de una determinada región y desarrollaron sus características en respuesta a las condiciones de crecimiento de esa zona. Las especies de plantas autóctonas son relativamente raras porque muchas han sido suplantadas por cultivos mejorados y se han extinguido debido al cambio climático y la intervención humana.

Las variedades de plantas no son las únicas especies que existen en esta categoría. También hay razas de animales autóctonos. Las variedades de plantas autóctonas se caracterizan por su origen, diversidad genética, adaptación y falta de manipulación humana.

Un ejemplo clásico es cuando un agricultor guarda semillas de un cultivo favorable que tenía ciertos atributos. Esta semilla se transformó para lograr rasgos favorables para su entorno de crecimiento. La misma planta en otra región podría no desarrollar esas cualidades. Ésta es la razón por la que las variedades locales son específicas del lugar y de la cultura. Han evolucionado para resistir el clima, las plagas, las enfermedades y las prácticas culturales de una localidad.

Conservación de Landrace en plantas

Al igual que las variedades tradicionales, las variedades locales deben conservarse. Mantener estas cepas aumenta la biodiversidad y la variación genética, que es crucial para un medio ambiente saludable. Las variedades locales de cultivos a menudo se conservan mediante el cultivo continuo, pero más modernamente se mantienen en bóvedas de semillas o bancos de genes.

A veces la semilla se conserva, pero otras veces es material genético de la planta que se mantiene a una temperatura muy fría. Muchos programas de patrimonio nacional se centran en identificar y conservar especies de plantas autóctonas.

Las organizaciones locales individuales preservan las variedades locales específicas de la región, pero a nivel mundial varias organizaciones están contribuyendo al esfuerzo. La Bóveda Global de Semillas de Svalbard es un actor importante en la conservación de las razas autóctonas. El Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura se centra en compartir los beneficios de diferentes variedades locales y la agricultura sostenible para garantizar la seguridad alimentaria. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ha elaborado un Plan de acción mundial para la genética vegetal.

La conservación de las especies autóctonas aumenta la biodiversidad y puede ayudar a los futuros agricultores a garantizar un suministro de alimentos adecuado.

Imagen de LouisDiBacco

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