Originaria de Sudáfrica, la crocosmia es una planta resistente que produce hojas estrechas en forma de espada; tallos elegantes y arqueados; y flores puntiagudas en forma de embudo en tonos vibrantes de rojo, naranja y amarillo. Los problemas de crocosmia son inusuales y las enfermedades de las plantas de crocosmia son raras, pero ocurren. Siga leyendo para conocer algunas de las enfermedades más comunes de la crocosmia.
Enfermedades de las plantas de crocosmia
Para aprender a tratar las enfermedades de las plantas de crocosmia, primero debe saber cuáles son. A continuación se muestran algunos de los problemas más comunes relacionados con estas plantas.
Óxido de gladiolo - Aunque los híbridos de gladiolos son las principales víctimas, la crocosmia a veces se ve afectada por la roya del gladiolo. Los síntomas incluyen esporas de color marrón negruzco o amarillo pardusco que aparecen principalmente en las hojas, pero ocasionalmente pueden aparecer en las flores.
La oxidación del gladiolo es causada por poca luz y alta humedad. Los fungicidas, como el azufre en polvo o el aerosol de cobre, suelen ser eficaces cuando se aplican como medida preventiva a principios de la primavera y se continúan semanalmente durante la temporada de crecimiento. Una vez que los síntomas son evidentes, es probable que los fungicidas sean inútiles.
Pudrición del bulbo / rizoma - Las enfermedades de la crocosmia incluyen esta enfermedad bacteriana, que se presenta en suelos húmedos y mal drenados y se propaga rápidamente en climas cálidos y húmedos. Los síntomas incluyen retraso en el crecimiento y hojas amarillentas. En algunos casos, es posible que las plantas no emerjan en primavera.
La putrefacción a menudo ingresa a los bulbos a través de cortes, raspaduras o daños por insectos. Los bulbos afectados, que deben desecharse, estarán blandos y podridos, y pueden oler mal.
Prevención de problemas de crocosmia
La mejor manera de prevenir la crocosmia es comprar bulbos saludables en un invernadero o centro de jardinería de buena reputación. Inspeccione las bombillas con cuidado y nunca compre bombillas con cortes o magulladuras. Manipule las bombillas con cuidado.
Asegúrese de plantar la crocosmia en un suelo bien drenado, ya que la mayoría de las enfermedades de la crocosmia son el resultado del exceso de humedad. Riegue la planta a nivel del suelo para mantener el follaje seco. De manera similar, riegue la crocosmia por la mañana para que las hojas tengan tiempo de derramar agua antes del frescor de la noche.