La antracnosis de los agaves es una mala noticia, sin duda. La buena noticia, sin embargo, es que aunque el hongo es feo, la antracnosis en las plantas de agave no es una sentencia de muerte automática. La clave es mejorar las condiciones de crecimiento y tratar la planta lo antes posible. Siga leyendo para aprender cómo prevenir y controlar la antracnosis de los agaves.
¿Qué es la antracnosis del agave?
Al igual que otras enfermedades fúngicas del agave, la antracnosis de los agaves generalmente ocurre cuando las condiciones de crecimiento son húmedas y húmedas. Si bien esto puede deberse a los estados de ánimo de la madre naturaleza, incluidas las salpicaduras de lluvia, también puede ser el resultado de demasiada sombra o riego excesivo, especialmente a través de aspersores aéreos.
El signo principal de la antracnosis de los agaves incluye desagradables lesiones hundidas en la corona y hojas en forma de espada, a menudo con una masa de esporas visible de color marrón rojizo. Las esporas de la enfermedad se propagan de una planta a otra a través de las salpicaduras de agua o la lluvia arrastrada por el viento.
Tratamiento y prevención de la antracnosis del agave
Cuando se trata de la antracnosis de los agaves, la prevención es definitivamente el mejor medio de control, ya que los fungicidas no siempre son efectivos.
- Plante agaves a pleno sol, siempre en un suelo bien drenado.
- Riegue la planta con riego por goteo o una manguera de remojo y evite los rociadores aéreos. Nunca riegue por encima si la enfermedad está presente.
- Desinfecte las herramientas de jardín rociándolas con alcohol isopropílico o una mezcla de 10 partes de agua por una parte de lejía doméstica.
- Si busca nuevas plantas de agave en el mercado, busque cultivares sanos y resistentes a las enfermedades. Deje una distancia generosa entre las plantas para proporcionar una circulación de aire adecuada.
Parte del tratamiento con antracnosis de agave implica la eliminación inmediata del crecimiento con lesiones activas. Destruya las partes de la planta infectadas con cuidado para evitar la propagación de enfermedades. Nunca abone las partes de plantas enfermas.
Aplique polvo de azufre o spray de cobre semanalmente, comenzando en primavera y continuando cada dos semanas durante la temporada de crecimiento, pero no durante el clima cálido. Alternativamente, el aerosol de aceite de neem aplicado cada dos semanas también puede ser una medida preventiva eficaz.
Rocíe las plantas de agave y el suelo circundante con un fungicida de amplio espectro durante el clima húmedo. Los productos que contienen Bacillus subtilis no son tóxicos para las abejas y otros insectos beneficiosos.