Xylella y aceitunas: que hacer con un olivo con enfermedad de xylella

¿Tu olivo se ve quemado y no prospera como debería? Quizás, la enfermedad de Xylella es la culpable. ¿Qué es la Xylella? Xylella (Xylella fastidiosa) es una plaga bacteriana que causa una serie de enfermedades dañinas para las plantas. Hasta ahora, se sabe que afecta a cientos de plantas y árboles diferentes en climas templados de todo el mundo.

Xylella Fastidiosa y Aceitunas

La enfermedad de Xylella del olivo ha causado estragos en la industria del olivo. El creciente problema de Xylella y una enfermedad resultante conocida como Olive Quick Decline (OQD) ha sido catastrófica en Italia y otros países del sur de Europa, donde ha acabado con muchos olivares antiguos.

La bacteria Xylella es originaria de Estados Unidos, donde ha creado problemas en los estados del sureste y en California, particularmente en las áreas ribereñas.

Xyella, que se transmite por insectos chupadores de savia, afecta la capacidad del olivo para absorber agua y nutrientes. El francotirador de alas vidriosas, un gran insecto nativo del sureste de los Estados Unidos, ha sido identificado como un portador importante, así como cigarras y un tipo de salivazo conocido como saltamontes de los prados.

Síntomas del olivo con Xylella

El declive rápido del olivo comienza con la rápida muerte regresiva de ramas y ramitas, también conocida como "flagelación". Los síntomas de un olivo con Xylella generalmente comienzan en las ramas superiores y se extienden por toda la copa en uno o dos meses. Como resultado, el árbol adquiere una apariencia chamuscada.

Además, un olivo con Xylella suele presentar frutos secos y una sobreabundancia de retoños.

Control de la enfermedad de Xylella del olivo

La enfermedad de Xylella del olivo es temida por los productores de olivos de todo el mundo. Hasta ahora, no existe una cura para el deterioro rápido de la aceituna, aunque el control de los insectos chupadores de savia y la eliminación rápida de las plantas infectadas pueden ayudar a retrasar la propagación.

El control de las malas hierbas y el corte cuidadoso de los pastos pueden limitar las plantas que albergan insectos chupadores de savia. También es importante alentar a los depredadores naturales como las avispas parásitas y las libélulas.

Imagen de Michael Figiel

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