Cultivar calabazas es divertido para toda la familia. Cuando llegue el momento de cosechar la fruta, preste especial atención al estado de las calabazas para asegurarse de que sea el momento adecuado. La recolección de calabazas en el momento adecuado aumenta el tiempo de almacenamiento. Aprendamos más sobre el almacenamiento de calabazas una vez cosechadas.
Información sobre la cosecha de calabaza
Las calabazas duran más si las cosechas cuando alcanzan su color maduro y la cáscara es dura. Utilice el paquete de semillas para tener una idea del color maduro de la variedad. Espere hasta que la cáscara de calabaza pierda su brillo y esté lo suficientemente dura como para que no pueda rascarla con la uña. Los zarcillos rizados de la parte de la vid cerca de la calabaza se vuelven marrones y mueren cuando está completamente madura, aunque en algunos casos pueden continuar madurando fuera de la vid. Corta el tallo con un cuchillo afilado, dejando 3 o 4 pulgadas de tallo adherido a la calabaza.
Coseche todas las calabazas antes de la primera helada. También puede cosechar la fruta y curarla en el interior si el mal tiempo hace que la cosecha se pudra en la vid. Las heladas tempranas y el clima frío y lluvioso exigen una cosecha temprana. Si tiene que cosecharlos antes de lo que desea, cúrelos durante 10 días en un área con temperaturas entre 80 y 85 F. (27-29 C.). Si tiene demasiadas calabazas para curar en el interior, intente colocar paja debajo de ellas para que no entren en contacto con la tierra húmeda. Haga una prueba de rayado con la uña para decidir cuándo están listos para su almacenamiento.
El trozo de tallo que queda en la calabaza parece un gran mango, pero el peso de la calabaza puede hacer que el tallo se rompa y dañe la calabaza. En su lugar, transporte las calabazas en una carretilla o un carro. Cubra el carrito con paja u otro material suave para evitar daños si rebotan.
Cómo almacenar calabazas
Lave y seque bien las calabazas y luego límpielas con una solución de lejía suave para disuadir la pudrición. Prepare la solución de lejía agregando 2 cucharadas de lejía a un galón de agua. Ahora las calabazas están listas para almacenar.
Los lugares secos y oscuros con temperaturas entre 50 y 60 F. (10-16 C.) son las áreas ideales para almacenar calabazas. Las calabazas que se mantienen a temperaturas más altas se vuelven duras y fibrosas, y pueden sufrir daños por frío a temperaturas más frías.
Coloque las calabazas en una sola capa sobre fardos de heno, cartón o estantes de madera. Si lo desea, puede colgarlos en sacos de malla. Almacenar calabazas sobre hormigón provoca que se pudran. Las calabazas almacenadas adecuadamente se conservan durante al menos tres meses y pueden durar hasta siete meses.
Revise las calabazas de vez en cuando en busca de puntos blandos u otros signos de podredumbre. Deseche las calabazas podridas o córtelas y agréguelas a la pila de abono. Limpia las calabazas que las estuvieran tocando con una solución blanqueadora débil.