Pocas "malas hierbas" me hacen sonreír como la malva común. A menudo considerada una molestia para muchos jardineros, veo a la malva común (Malva neglecta) como un hermoso tesoro salvaje. La malva común, que crece donde quiera, tiene muchos beneficios para la salud, la belleza y la cocina. Antes de maldecir y matar esta supuesta "mala hierba", continúe leyendo para aprender sobre las plantas de malva común en el jardín.
Acerca de las plantas de malva común
La malva neglecta, comúnmente llamada malva común, pertenece a la familia de la malva junto con la malva y el hibisco. La malva común crece de 6 a 24 pulgadas (15 a 61 cm) de altura y tiene flores rosadas o blancas parecidas a malvarrosas sobre tallos largos cubiertos de hojas circulares con bordes ondulados. Su parecido con la malva es innegable. Las plantas de malva común florecen desde principios de primavera hasta mediados de otoño.
A veces llamada 'hierba de queso' porque sus semillas se asemejan a ruedas de queso, las malvas comunes son anuales o bienales que se siembran automáticamente. Las plantas de malva común crecen a partir de una raíz principal larga y resistente que les permite sobrevivir en condiciones de suelo seco y duro, en las que muchas otras plantas sufrirían. Por eso, a menudo se ven estas pequeñas malvas apareciendo a lo largo de caminos arenosos, bordes de carreteras u otros lugares descuidados.
La malva común fue una vez muy considerada como una planta medicinal por los nativos americanos. Masticaron su dura raíz para limpiarse los dientes. La malva común también se usaba para tratar heridas, dolores de muelas, inflamaciones, hematomas, picaduras de insectos, dolores de garganta y tos, así como infecciones urinarias, renales o de vejiga. Las hojas se magullaron y luego se aplicaron a la piel para sacar astillas, espinas y aguijones también.
Los extractos de raíz de malva común se utilizaron para tratar la tuberculosis y nuevos estudios han encontrado que es un tratamiento eficaz para los niveles altos de azúcar en sangre. Como astringente, antiinflamatorio y emoliente natural, las plantas de malva común se utilizan para calmar y suavizar la piel.
Rica en calcio, magnesio, potasio, hierro, selenio y vitaminas A y C, la malva común fue una buena fuente de nutrición en muchas recetas. Las hojas se comían como espinacas, cocidas o servidas crudas. Las hojas también se usaban para espesar sopas o guisos. Se hacía una pasta con las raíces que luego se cocinaban como huevos revueltos. Las semillas, crudas o tostadas, se comían como nueces. Además de su salud, belleza y usos culinarios, la malva común es una planta importante para los polinizadores.
Cuidando la malva común en los jardines
Dado que la planta no requiere cuidados especiales, cultivar malva común es muy fácil. Crece en la mayoría de las condiciones del suelo, aunque parece preferir el suelo arenoso y seco.
Crece al sol a la sombra parcial. Sin embargo, se volverá a sembrar durante la temporada de crecimiento y puede volverse un poco invasivo.
Para el control de la malva común, la cabeza muerta gasta las flores antes de que puedan producir semillas. Estas semillas pueden permanecer viables en el suelo durante décadas antes de germinar. Si aparecen plantas de malva común donde no las desea, desentiérrelas y asegúrese de obtener toda la raíz principal.