El aloe es una gran planta de interior porque es muy fácil de cultivar y es muy indulgente. Tu aloe crecerá grande con buena luz y no demasiada agua. Aunque es difícil matar una de estas plantas, si su aloe se está cayendo, algo no está bien. La buena noticia es que probablemente haya una solución fácil. Este artículo tiene más información sobre la caída de una planta de aloe.
Razones para una planta de aloe caída
A nadie le gusta tirar hojas de aloe. Quieres un aloe erguido y resistente. Para ayudar a que su planta crezca mejor, es útil comprender por qué ocurre la caída. Hay algunas razones posibles, o podría ser una combinación de más de una:
- Luz solar inadecuada
- Malas prácticas de riego
- Una infección por hongos
- Temperaturas frías
- Un recipiente demasiado poco profundo
Mi aloe se está cayendo, ¿y ahora qué?
Si tiene un aloe inclinado o caído, considere los problemas anteriores y asegúrese de proporcionar a la planta las condiciones de crecimiento adecuadas. El aloe debe tener al menos seis horas al día de luz solar directa y fuerte. La falta de luz solar puede debilitar las hojas y hacer que se caigan.
Dejar que se enfríe demasiado puede tener el mismo efecto, así que no dejes que el aloe se enfríe más de 50 grados Fahrenheit (10 grados Celsius).
Demasiada agua también puede ser un problema y hacer que la planta de aloe se caiga. Una estrategia de riego simple para el aloe es esperar a que la tierra se seque por completo y luego mojarla por completo. Elimina el exceso de agua. No lo vuelvas a regar hasta que la tierra se haya secado nuevamente.
Si ha estado regando en exceso durante algún tiempo, las raíces pueden estar infectadas con un hongo. Revise las raíces y trate con fungicida si es necesario.
Finalmente, su planta de aloe caída puede remediarse con una solución tan simple como elegir un recipiente mejor. Un recipiente poco profundo no permitirá que la planta desarrolle suficientes raíces fuertes para permanecer erguida. Vuelva a plantar su aloe en una maceta más profunda, resistente y pesada para que tenga apoyo.
Un aloe inclinado suele ser una solución fácil, pero si se resuelven estos problemas y aún se cae, intente apostar su planta o separarla en plantas más pequeñas.