Las verduras frescas no solo saben mejor, son mejores para usted. Los estudios han demostrado que las verduras comienzan a perder valor nutricional poco después de la cosecha. Las vitaminas son las más vulnerables. La espinaca, por ejemplo, puede perder la friolera del 90% de su contenido de vitamina C en las primeras 24 horas. Saber cómo saber si las verduras son frescas es una habilidad importante, ya sea que esté cultivando verduras maduras en casa o comprándolas en la tienda.
¿Cuándo son las verduras frescas?
Fresco y maduro no son lo mismo. Fresco indica la cantidad de tiempo desde que se cosechó una verdura, mientras que la madurez se refiere a la madurez máxima. Muchas verduras se cultivan y cosechan en varias áreas de los Estados Unidos. Algunas verduras provienen de países extranjeros, según la época del año y la temporada de cultivo actual.
Las verduras, que viajan largas distancias para llegar a los estantes de las tiendas, a menudo se cosechan antes de que alcancen la madurez máxima. En cuanto a las verduras frescas, estos viajeros del mundo serían los menos nutritivos. Cultivar sus propias verduras o comprar productos frescos cultivados localmente es la mejor manera de garantizar el mayor valor nutricional.
Juzgar la frescura de las verduras
Si no tiene el espacio o el tiempo para cultivar un huerto, comprar en un mercado de agricultores es una forma de conseguir verduras frescas. Cuando compre en el supermercado de la esquina, compre verduras cultivadas localmente siempre que sea posible. Estas opciones a menudo significan ceñirse a los productos que están actualmente en temporada. Pero incluso los productos que no están disponibles estacionalmente pueden carecer de frescura. Pruebe estos consejos para juzgar los signos reveladores de las verduras frescas:
- Inspección de la vista: Sus ojos pueden dar fuertes pistas visuales sobre la frescura de las verduras. Busque un color brillante y uniforme sin manchas oscuras ni moho. Durante el transporte pueden producirse moretones, abolladuras o piel dañada. Estas manchas pueden estropearse rápidamente y propagar la descomposición más allá del área inmediata. La piel arrugada o las hojas marchitas son buenos indicios de que las verduras son viejas. Compruebe los extremos del vástago. Verduras verdaderamente “recién cosechadas” se dorarán poco en el punto de cosecha.
- Prueba de olfateo: Mueva discretamente la verdura cerca de su nariz para olerla bien. Las verduras liberan una variedad de sustancias químicas, como ésteres y compuestos de azufre, que son detectables por el olfato. En general, los productos frescos tendrán un olor fresco. Algunas verduras, particularmente las de la familia de las coles, tienen un olor ligeramente picante cuando están frescas. Este distintivo olor a repollo se hace más fuerte a medida que estas verduras envejecen. La prueba de olfateo también puede ayudar a los consumidores a detectar moho o deterioro que está visiblemente oculto por el empaque.
- Evaluación táctil: Por último, agarre la verdura con firmeza para comprobar su textura y firmeza. Los signos táctiles de las verduras frescas dependerán del tipo de producto. Los pimientos, calabacines y pepinos deben sentirse firmes, no gomosos, mientras que los tomates, los champiñones y la lechuga de cabeza tendrán una ligera elasticidad cuando estén frescos. Las batatas y las cebollas tendrán una sensación más sólida. La viscosidad o esponjosidad indica una falta total de frescura vegetal en todo tipo de productos.
Además de utilizar sus sentidos para seleccionar los productos más frescos, también preste atención a cuándo se envían productos frescos a su mercado local. Pregúntele al gerente de frutas y verduras qué día llegan las verduras nuevas a los estantes y programe sus expediciones de compras en consecuencia. Aproveche las ventas que están diseñadas para mover productos frescos más rápido y compre donde vea con frecuencia los signos de verduras frescas.